Los Juegos NAC
Los Abuelos del Wargame Histórico: Los Juegos NAC
Quique Xapu15:23Corrían los años 80 cuando aparecieron en España una serie dejuegos de mesa nuevos muy diferentes a todo aquello que se conocía por aquelentonces. Los habituales jugadores de tablero que por aquel entonces soloconocían el monopoly o el ajedrez y comenzaban a hacer sus primeros pinitos conlos nuevos juegos de Cefa (Imperio Cobra, Drácula, El cetro de Yarek…) vieronaparecer ante sus ojos una enorme cantidad de juegos de guerra que lespermitían recrear campañas o batallas a un precio realmente ajustado con unadificultad y una fidelidad nunca antes vistas. Habían aparecido los primeroswargames para el gran público; los juegos de Nike & Cooper, conocidos porsus siglas NAC.Y es que, no nos engañemos, ser wargamer en los años 80 eneste país era algo complicado; GW estaba en pañales y tampoco era muy normalllegar a conocer su existencia dado queinternet no existía y el nivel de conocimientos de inglés tampoco era muy elevadoentre la muchachada, por lo que la aparición de este verdadero arsenal dejuegos fue el verdadero pistoletazo de salida para que una generación (y lassiguientes) pudieran dar rienda suelta a su afición a recrear batallas sobreuna mesa.La mecánica y el planteamiento de estos wargames era muysimilar; los tableros representaban la zona de la batalla o la campaña y sedividían en casillas hexagonales, lo que daba a las unidades la posibilidad demoverse o atacar en seis direcciones distintas. Las fichas eran pequeñoscuadrados de cartón impresos con los símbolos militares que representan cadatipo de unidad (un rectángulo con dos barras cruzadas para la infantería, unrectángulo con un punto negro en medio para la artillería…) o, en ocasiones lasilueta de un carro o un cañón para hacer más sencillo su reconocimiento en eltablero. Cada unidad llevaba a su vez impresos al menos dos números; susfactores de ataque y de movimiento, es decir su capacidad de combatir y demaniobrar en el campo de batalla. Estos tableros, a diferencia de los juegos actuales en losque se representan pequeñas escaramuzas a nivel de sección como Bolt Action,donde no movilizaríamos más de cuarenta o cincuenta efectivos o Flames of War,un poco más amplio pero donde no pasaremos más allá de los ochenta o cien,representan al menos un cuerpo de ejército donde contaremos con al menos treintamil efectivos. Y es que cada una de nuestras pequeñas fichas de cartón puederepresentar, dependiendo del juego que elijamos, una compañía o un batallóncompletos, ya sea de infantería, infantería mecanizada, artillería, etc. El dato anterior acerca de los distintos tamaños se revela degran importancia, ya que una de las curiosidades que más me han llamado laatención es que, en pleno siglo XXI, cuando el mundo del wargame se ha ampliadohasta límites que en los años 80 no se podían ni imaginar, en el que tenemosuna variedad enorme y podemos jugar escaramuzas ambientadas en la Primera o laSegunda Guerra Mundial o incluso en la Guerra de Vietnam, curiosamente, elhueco que dejaron los juegos de NAC con su desaparición no ha sido ocupadohasta la fecha por ningún juego similar. Son de aplaudir iniciativas como la de reeditar el antiguojuego de NAC La Guerra Civil Española (1936) que vio la luz en 2009 y queactualmente se puede adquirir en su web al precio de 75 euros, pero resulta muycurioso que en esta nueva época dorada del wargame nadie haya echado en falta untipo de juego en el que se puedan reescribir grandes batallas y campañas desdeel punto de vista, no ya de un teniente o un coronel como en Bolt o Flames,sino desde el punto de vista de un general.En mi caso, puedo decir que en su momento tuvo una granimportancia que cayera en mis manos el juego “¿resiste Stalingrado?” a mistiernos 11 años; creo que nunca me hubiera introducido en este maravillosomundo si en aquel momento no hubiera flipado con aquel tablero de cartón durodividido en hexágonos y pintado de blanco nevado con sus carreteras, suspueblos y sus ríos y la gran ciudad objetivo de Stalingrado en un lateral y, juntoa esto, unas bandejas de plástico con grandes cantidades de fichasrepresentando las distintas unidades alemanas, italianas, rumanas y rusas. Las partidas duraban mucho, al menos 2 o 3 horas, y enalgunos casos la dificultad del juego era extrema, pero he de decir que graciasa este juego pude conocer perfectamente la situación estratégica que llevó a laprimera gran derrota de la Wehrmacht en el frente ruso; la gran bolsa que seformó y que llevó a la inapelable rendición de Von Paulus y de todo el sextoejército alemán y marcó el punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial.
Poco más me queda por añadir; si ya conociste estos juegos ensu momento o incluso guardas uno o varios de ellos en tu armario, ya va siendohora de sacarlo de nuevo a la luz e ir a echar a jugar una partidita en tu tiendao en tu club y si, por el contrario, perteneces a las nuevas generaciones dejugadores aficionados a lo histórico y en algún momento cae uno de éstos en susmanos, no lo dudes; dale una oportunidad y disfruta de un juego de estrategia aotro nivel.
Player, gamer y Wargamero. Me inicié como Bloguero a principios del año 2013 creando el Taller de Yila, blog dedicado a la actualidad de juegos de mesa, wargames y otras cosas Frikis.
Related Post
Next
« Prev PostPrevious
Next Post »
5comentarios
Click here for comentariosBorlungadmin16 de septiembre de 2015, 18:57×
La desparicion de MAC se vio paliada por la llegada a las tiendas ( en la época dorada del Rol) de los títulos de Avalon Hill entre otros ( e incluso decir que JOC Internacional tradujo las reglas de varios de ellos, en un formato que eran cuadernillos a máquina de escribir...), la gran impulsora y creadora de wargames desde los 70.
En Valencia podías encontrar dichos juegos en la desparecida Ludómanos e incluso en la revista Líder había sección de ASL y wargames de tablero en gemeral.
En cuanto a escala...NAC tenía un juego de OTAN vs PV a escala pelotón en el que manejaban tanques individualmente, casi como en el Fire Power de Avalon Hill y eso sin nombrar el mítico Squad Leader y su versión avanzada.
también había un juego de iniciación llamado Sinaí, que era español pero no recuerdo la editorial y que era lo más básico que te podías hechar a la cara pero que a muchos nos inició en este mundo a inicios de los 80.
ReplyRafael Capilla Ferreradmin16 de septiembre de 2015, 20:01×
Muy interesante, para los más jovenzuelos no estaría demás otra entrada describiendo por encima la mecánica de juego de uno de estos juegos para compararlos con los de hoy en día y ver como ha cambiado el panorama.
- Rafa Sambora
ReplyLuisadmin16 de septiembre de 2015, 20:20×
Que gran juego "El Día más largo", recuerdo ganar una partida con algo que hoy en día sería objeto de faqs o tachado de culodurismo como mínimo... tomé Paris con intendencias en paracaídas. En el penúltimo turno las tiré rodeando Paris y en el último entré gloriosamente consiguiendo los valiosos 4 puntos que daba la capital.
ReplyQuique Xapuadmin16 de septiembre de 2015, 21:19×
Efectivamente, joc y sus traducciones de Avalon Hill nos hicieron un poco mas fácil la vida tras la desaparición de NAC, pero en esta pequeña disertación he querido revalorizar el significado que tuvo esta compañía y su buen hacer en una época tan temprana. No obstante agradezco los datos que aportas y es posible que más adelante hablemos de otras compañías similares.
Por otra parte, respecto a Sinaí, estoy casi seguro que era de cefa, recuerdo sus fichas de artillería y carros y la infantería representada con bustos. Un amigo mio lo tenía y pasé muchas tardes disfrutándolo. Un saludo.
ReplyQklaadmin21 de septiembre de 2015, 23:03×
Grandes la Gerra de España y ¿el Desafío de las Águilas? de NAC.
El Sinaí (de Cefa) me lo hice en Print&Play hace unos meses para jugar con el nano 🙂
Reply
ConversionConversionEmoticonEmoticon
ConversionCleanThanks for your comment